En primer lugar, y aunque a veces parece extraño, debemos regocijarnos cada vez que tenemos la regla. Las mujeres que entrenamos durante períodos de gran carga o después de mucho tiempo con alto requerimiento físico, podemos cambiar nuestro sistema hormonal hasta el punto en que la regla deja de venir. El cuerpo es sabio, y en la percepción de un consumo de energía muy alto, cortará la menstruación para evitar más gastos, así como para aumentar la producción de testosterona. Como dije, aunque parece que la ventaja es que no tenemos menstruación es lo contrario. La regla regula nuestro sistema hormonal, que, en Resumen, va desde la prevención de la osteoporosis hasta el equilibrio de nuestra mente.
Muchos atletas profesionales han mantenido su cuerpo durante mucho tiempo sin menstruación, causando niveles desequilibrados de hormonas, pérdida de densidad ósea (lo que resulta en fracturas por los efectos del estrés y muchas otras lesiones), problemas de fertilidad... Y no es tan difícil entrar en este proceso, con bajo peso corporal y alta carga de entrenamiento... ¡lo primero que desaparece es la regla! Si esto nos sucede, tenemos que ir directamente al ginecólogo para que nos proporcione un tratamiento.
En segundo lugar, debemos tener en cuenta que cada persona tiene un efecto diferente en el proceso menstrual. Hay aquellas que sufren de dolor muy severo, hay aquellos que sufren de gran hinchazón y hay algunas afortunadas que apenas lo notan. Pero a pesar de todo esto, hay ciertos factores fisiológicos comunes que podemos controlar y hacer que jueguen a nuestro favor. Cuanto más nos exigimos en los entrenes, más detalle debemos poner, pero podemos dar unas recetas comunes que puedan ayudarnos a manejar a esta compañera.
El ciclo menstrual está regulado por hormonas que cambian su concentración dependiendo de la fase menstrual. Hablaremos sobre la fase premenstrual, menstrual, postmenstrual, fase de ovulación (no, no es un mito, y es importante) y la fase de postovulación (que sigue de nuevo la fase premenstrual). La hormona que podemos maldecir las atletas es la progesterona, que aumenta su concentración en la premenstruación y se eleva hasta que llega el primer día de la regla. Esta hormona reduce el rendimiento, y estos son los días en que notamos el vientre hinchado, las piernas de elefante y el cuerpo pesado. Sin agobios, lo mejor para estos días es una carga de entrenamiento de baja intensidad, pero no deje de ejercitarse para mantener el sistemas sanguíneo activo.
Hay que correr sin ninguna presión y tomárselo con calma. Por supuesto, estos días son los peores: nos vemos mal, nos sentimos mal y con mal estado de ánimo. Es mejor asumir lo que nos impone la naturaleza y reducir los entrenamientos, aprovechando para ir a un masaje, comprar cosas nuevas, visitar a un nutricionista, un ortopédico...todas esas tareas que nunca encontramos tiempo para hacer.
Es cuando" baja la regla " que la progesterona disminuye y estabiliza las hormonas, pero la pérdida de sangre causa un aumento en la presión arterial, el pulso y la temperatura corporal, disminuirá la hemoglobina... pero lo peor que podemos hacer es lo que tanto hacen: el Sofá y comer chocolate. ¡No! Sal, corra levemente, mézclelo con natación u otra actividad que no requiera mucho esfuerzo, pero no te quedes quieta. Hazlo, es por tu cuerpo y tu mente. Porque luego viene la fase postmenstrual, cuando la progesterona es baja, la regla ya se ha ido... Oh, magia, estos son los días en que no tenemos excusa. Si hemos trabajado bien el cuerpo en los días anteriores, nos sentiremos descansados pero activos, por lo que viene el mejor tiempo de ciclo para apretar y hacer los entrenamientos que nos hacen sentir tan bien y que tanto disfrutamos, es tiempo para aumentar la carga, intensidad, velocidad... y ser felices y disfrutar.
Nos vemos bien, nos sentimos bien y nuestro cuerpo va rápido. Estos días también usan el nombre de la hormona: estrógeno. El mejor momento para correr y competir. A pesar de que la euforia es interrumpida por la terrible ovulación, después de todo, es solo uno o dos días en que tenemos que desacelerar el ritmo nuevamente para usar la fase de postovulación nuevamente para cargar, aunque ya con la vista puesta en la subida de la progesterona, que comenzará el ciclo nuevamente.
Leyendo hasta aqui, parece que tenemos que vivir esclavas de la regla. De hecho, lo es, pero está en nuestras manos decidir qué papel jugará en nuestros entrenamientos. Debemos decidir si seguimos su dictado o si somos valientes y no queremos que nos envíe más de lo que es inevitable, siempre teniendo en cuenta nuestra salud.
¿Qué podemos hacer para hacer frente a tales desajustes?
De hecho, no es muy difícil, solo un esfuerzo pequeño y valioso. En primer lugar, administrar bien nuestros descansos y nutrición: en las fases de mayor desgaste, mayor descanso y mejor nutrición (sobre todo hierro y proteínas para hacer frente a la pérdida de sangre), y en segundo lugar y lo más importante: mantener la motivación y la mente enfocada en lo que queremos. Otra serie, otra, otra media hora... ¿por qué? ¡Porque todavía recordamos que el esfuerzo, incluso si solo es para ahogarnos en endorfinas, valdrá la pena! SOY CORREDORA